Cuarta etapa del año litúrgico

Cuaresma

El Tiempo de Cuaresma

Es el tiempo de preparación, oración y ayuno en el que intentamos comprender el sacrificio de Cristo por nosotros en la cruz. En este tiempo no se canta el “Gloria a Dios en las alturas” ni el “Aleluya” durante el culto ni se ponen flores en el altar (o sólo ramas o flores moradas), para enfatizar que es un tiempo de meditación y ayuno, y también, para esperar a la verdadera alegría y vida que están por llegar con la Pascua. Este tiempo, tal como lo dice su nombre, dura 40 días y recuerda a los 40 días del Diluvio, los 40 años que el pueblo de Israel caminó por el desierto al salir de Egipto, los 40 días que estuvo Jesús en el desierto como preparación para comenzar su ministerio y los 40 días que pasaron entre la resurrección y la ascensión de Jesús. De la misma manera, durante cuaresma, nosotros nos preparamos para recibir el amor de Dios en un mundo que muchas veces no ayuda a hacerlo. La cuaresma comienza el Miércoles de Ceniza, en donde recibimos la imposición de las cenizas sobre nuestra frente con el signo de la cruz, que nos recuerda la muerte de Jesucristo y también nos ayuda a aceptar nuestra propia muerte, algo inevitable y natural, pero que recibimos con esperanza en la resurrección.

Símbolos del Tiempo de Cuaresma

Las Cenizas son el símbolo de que todo es pasajero y transitorio («Porque polvo eres y al polvo volverás» Gn 3:19). Luego de los cuarenta días de Cuaresma, ésta termina con el Domingo de Ramos o Domingo de la Pasión, en donde recordamos la entrada de Jesús a Jerusalén, dispuesto a morir por amor a la humanidad. En este día recolectamos humildes ramitas de olivos o palmas para compenetrarnos con la entrada de Jesús a Jerusalén, entrada que para nosotros significa esperanza y fin al dolor y al sufrimiento. Estas mismas hojas de palmas u olivos se guardan en los hogares durante casi un año para luego quemarlas y convertirlas en cenizas, siendo éstas, las cenizas que se nos impondrán el próximo Miércoles de Ceniza, destacando el simbolismo de la esperanza ante la muerte, contrastando la esperanza de quienes esperaban a su rey Jesús a la entrada en Jerusalén con la inevitable muerte de toda persona. Esto significa que la muerte debe ser aceptada desde la esperanza en la resurrección lograda por Jesucristo.

Color del Tiempo de Cuaresma

El color utilizado en la Cuaresma es el Violeta o Morado, símbolos de introspección, meditación, ayuno y sacrificio, salvo en Miércoles de Ceniza que se utiliza el Negro, enfatizando la muerte de Jesús y la aceptación de la fragilidad humana que también es destinataria de la muerte natural: «Recuerda que del polvo vienes y al polvo volverás».