Tercera tapa del año litúrgico

Epifanía

El Tiempo de Epifanía

Significa “manifestación” o “revelación”, es el período en el que repasamos la visita de los Sabios de Oriente (o reyes magos), las historias de la infancia de Jesús, las persecuciones, y el Bautismo de Jesús; recordando cómo Dios se manifestó y se reveló, dándose a conocer a nosotros por medio de su Hijo. El Tiempo de Epifanía comienza con la fiesta de la Epifanía de nuestro Señor, el día 6 de enero, que marca la visita y reconocimiento de los sabios de Oriente a Jesús como nuevo rey en el mundo. En esta fiesta se celebra el hecho de que Jesús se haya “manifestado” o “revelado” al mundo, es decir, que se haya hecho conocer por todos y para el bien de todos, que es lo que simboliza la visita desde Oriente. Es el momento de reflexión sobre el hecho de que Dios ha venido al mundo a través de su Hijo, Jesús. En el último domingo de Epifanía celebramos la Transfiguración de Nuestro Señor, en la cual se nos muestra la gloria que Jesús mostró en la montaña confirmando el misterio de la fe con el testimonio de Moisés y de Elías (que se muestran a su lado) y la voz emanada de la nube resplandeciente. En este día también se anuncia la muerte de Jesús en Jerusalén y por ello se utiliza el color Blanco. El Tiempo de Epifanía puede durar entre 6 a 9 domingos, dependiendo de la fecha en que caiga la Pascua, que se establece no como un día fijo, sino a través del calendario lunar.

Símbolos del Tiempo de Epifanía

Como símbolo de esta fiesta se utiliza la Estrella, que nos recuerda la señal de Dios que siguieron los Sabios de Oriente para encontrar a Jesús y rendirle honores.

Color del Tiempo de Epifanía

Tanto en el Día de Epifanía como en el domingo siguiente, que se celebra el día del Bautismo de nuestro Señor, se utiliza el color Blanco, para destacar el amor y la presencia de Dios entre nosotros a través del nacimiento y bautismo de Jesús. Luego, los domingos siguientes, para enfatizar en la gloria de Dios y crecimiento de la Iglesia, se utiliza el color Verde, que nos recuerda constantemente que Dios cuida su Creación y se revela en ella; es un color de vida, de naturaleza, de creación de Dios y demuestra que todo viene de Él: nuestra vida, nuestro sustento, nuestra salvación.